Éramos como el
queso al jamón,
amigos cercanos,
complementarios.
Pero la dolorosa
existencia de los viejos hábitos
hicieron que mi
juventud marchita renaciese,
y que ese
viscoso moco verde
apagase tu amor
para siempre.
Aún deseo que
me mires con agrado,
como si aquello
jamás hubiese pasado.
Retada por Nieves
0 comentarios:
Publicar un comentario