miércoles, 10 de octubre de 2018

#OTOÑO

Cuéntame, gran sabio del pelo gris.
Lo necesito saber:
Por qué lloran los ríos
y se enfurecen los mares
que veo desde aquí.

Cuéntame, niña de manos embarradas
que entre juegos y risas 
ya lo habrás escuchado:
Por qué están agitados los árboles
y se oscurecen las nubes 
que están por venir.

¿De verdad quieres saber?
Es un secreto que me contó el viento.
¡La muerte no es el final!,
y las hojas marchitas renacerán.

Ahora lo entiendo.
No siempre somos calma y paz.
En ocasiones, la tormenta empieza.
En ocasiones, la niebla acecha...
e inevitablemente, el otoño llega.


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viernes, 16 de marzo de 2018

Eres mi dulce favorito

Chocolate caliente endulzado con un cielo nublado, acompañado de un sofá desgastado y un libro ya usado. Huele a recuerdos, a tu abrazo mientras me acurruco pensando lo agustito que se está a tu lado. Sabe a tu piel bajo mis labios, a millones de besos en un tiempo ya pasado. 

En cambio sin ti el chocolate no sabe a nada, ni tan siquiera noto lo amargo que lo pone tu ausencia, solo lo frío que se queda y el vacío que tú dejas. 



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miércoles, 28 de febrero de 2018

Cita con el fracaso

Mi trabajo no es nada.
Es grano en desierto exuberante,
gota en un diluvio interminable,
piedra en una montaña donde
la cima es inalcanzable.
Es insignificante.

Me he esforzado
hasta que la energía se ha acabado.
Por mil caminos he probado,
sin lograr lo deseado.

Ante los ojos crueles del fracaso
me encuentro en estos momentos,
le he entregado mis sueños
y se ha convertido en mi dueño.

Soy ejemplo de intento fallido,
del haber querido mucho
y acabar teniendo
un futuro podrido.

Y es que soy la certeza
del tiempo perdido,
de que con las ganas
no consigues nada.

Tengo que seguir intentando
lograr algo que ya he olvidado,
pues el fracaso se ha llevado
la ilusión del trabajo alcanzado.

No he conseguido más
que sentirme cual muñeco roto,
los dos servimos
para bien poco.

Así que entre objetivos muertos
y metas inciertas,
me toca mirar a los ojos del fracaso
y suplicarle una tregua
para conseguir seguir en este planeta.



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jueves, 22 de febrero de 2018

Florecer

Suelo quebradizo por el que pisas arrastrando gravilla, dejando tu marca, allá por donde pisas. Tus zapatos llevan el recuerdo de una tierra abandonada de circunstancias y experiencias en busca de un terreno fértil que brille y que te cobije. 

Encuentras sabiduría en cada piedra del camino. Cada tropiezo fue necesario por todas las verdades que te revelaron. Sientes que te has despertado de un largo letargo donde las ramas de los árboles se peleaban y la lluvia te inundaba.

Ahora te llega el petricor sin pena ni melancolía disfrutando de la calma, el sol que en ella irradia y las flores que en con el fango acaban. 


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miércoles, 14 de febrero de 2018

El caballero, la princesa y su alquimista

Érase una vez, en un hermoso bosque donde convivían los ciudadanos del reino, una joven alquimista de cabello rojo, ojos tristes y labios rotos. Malvivía mientras creaba recuerdos, cuentos y hasta opiniones para los vecinos que necesitaban las palabras adecuadas. La alquimista no ganaba dinero con su trabajo, pues la gratitud era suficiente mientras pudiese seguir escribiendo finales felices a la gente.

Todo cambió cuando recibió la visita de la princesa, quería contratar sus servicios para enamorar al más apuesto de los caballeros del reino. La alquimista rehusó aconsejándola que acudiese a la bruja del poblado y no a ella para esos labores. La princesa, muy convencida, le aseguró pagarle la cantidad de dinero suficiente como para vivir sin tener que cobrar nunca más por sus palabras, ya que los efectos de una poción podrían desaparecer dejándola a ella sin saber qué hacer.

La alquimista se vio escondida entre robles y abedules, preguntándose si de verdad alguien podría enamorarse solo con la palabra. El caballero rechazó a la princesa alegando que no tenían nada en común pero ella le prometió que si después de una pequeña conversación seguía pensando lo mismo desaparecería de su vista para siempre.

Comenzaron así a hablar de manera superficial hasta que el caballero le preguntó por el mayor de los sueños que guardaba en su interior. La princesa se tensó, esperando impaciente a que la respuesta viniese. 

"Sueño con crear historias, lugares que aún no se han visto. Sueño con viajar a ciudades que me sirvan de inspiración, pueblos, aldeas, desiertos... en verdad no importa el dónde. Quiero expresar sentimientos y que el bosque entero sienta emociones con solo leerlo".

Sin darse cuenta la alquimista había hablado de sus propios sueños haciendo cabrear a la princesa quien había repetido todo. Ambas pensaban que ya se había acabado cuando el caballero sonrió feliz por todo lo que acababa de oír. 

El caballero y la alquimista hablaron sin cesar, contándose sus vidas, narrando sus anhelos, descubriendo sus miedos... Ella le confió su temor a la oscuridad, él enamorarse de alguien de quien no fuese afín. Callaron sin saber qué decir, se habían enamorado y su historia se acababa ahí.

La princesa no había dejado de decir en voz alta las palabras que la alquimista le otorgaba, logrando que el caballero se comprometiese a seguir viéndose. Cuando la cita terminó la princesa quiso pagar el servicio que contrató pero la alquimista lo rechazó. No quería dinero ganado con mentiras que solo harían sufrir y regresó a su cabaña destrozada, sabiendo que ya no podría volver a escribir un final feliz. 




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martes, 13 de febrero de 2018

Muros derrumbados

Me besaste con tus labios color zircón que, aunque oscuros, brillan y otorgan vida. En el calor de de la suave caricia encuentro la paz, y las pocas guerrillas que me quedan repiten tu nombre disconformes con abandonar. Incluso descubro que tengo un paraíso al que regalas esplendor cuando pasas a mi alrededor. 

Las malas hierbas mueren con tus palabras, convirtiéndolas en una preciosa diadema con la que me coronas. Sonrío con la eminencia de tus dedos al tocar mi piel, son voluntarios que trabajan, concentrados, curando las heridas de mi ayer.

Tu garganta proclama risa haciendo rehuir la tristeza de mi alma, quien se niega a luchar contra el arma que tienes en forma de constancia. Ya no quedan muros de piedra que derribar, nada te impide invadir el interior tan profundo que hay en mí. Eres la serenidad en un reino donde la noche ha llegado a su fin. 



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lunes, 12 de febrero de 2018

Seres de la noche

Nos conocimos en la opaca oscuridad que atrae el marchar del sol. Hablamos en susurros espectrales, casi inescrutables, como cacofonías de otro mundo que quieren dar un mensaje. La oscuridad se volvió cálida resaltando las pupilas que iluminaban la habitación cuales luces de neón. 

Ojos marrones y verdes, brillantes, dinámicos, impactantes... llamaron a la muchedumbre que se acercaba mientras la música sonaba y los espacios que quedaron vacíos se llenaban. Ginebra y cerveza ambientaron el aire, cálido y asfixiante, habíamos creado un bar para seres de la noche.

Entre tragos ahora olvidan sus miedos y preocupaciones, las mesas de madera son el refugio que les acogen. Embriagados esperan a que regrese el alba, creyéndose inmortales, aguardando su muerte.


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