Permíteme que trace sobre tu piel,
que sea, ésta, una noche sin lienzo.
Que mi único objetivo sea recorrerte,
y el pincel, solo mi pelo haciendo
cosquillas sobre tu cuello.
Deja que dibuje la marea sin temer por la tormenta.
Agárrate fuerte mientras la noche se nos escapa
de nuestras húmedas manos y la pintura se seca
con nuestro respirar.
Que nuestros besos sean clamor de musas,
en esta noche de lujuria.
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