Esta
es la historia de dos jóvenes enamorados, una de luz radiante que
hechiza musicalmente con su suspiro y un atormentado bohemio, creyéndose pintor, que está obsesionado con alcanzar la luna con sus
manos.
Al
atardecer cuando se alza la luna comienza a cantar, es un suspiro
emergente que muy pocos son capaces de escuchar pero a los que todos
logra hacerles soñar. La noche se ha vuelto un delirio para el
bohemio pintor, que deambula por las calles parisinas dispuesto a
llamar su atención compitiendo con la hermosa canción.
Despliega decidido todo su arsenal sobre el césped ancestral, materiales
dispuestos a crear el mejor cuadro que le permita ganar. Embelesado mira el pintor a
la luna, dejándose enamorar aún más por su dulzura. Ya no quería
competir, sino tan solo transmitir lo que la luna le hacía sentir.
La obra fue adquiriendo fuerza y color hasta que la luna se enamoró
de su catastrófico autor.
Melodía
y pintura crearon arte en lo más alto de un barrio bajo,
donde artistas de todos los lugares y ámbitos acudían para
inspirarse en el mágico barrio de Montmartre.
0 comentarios:
Publicar un comentario